[Archport] D. Fernando, maestro y amigo de todos

["Jose d'Encarnação" <jde@ci.uc.pt>]

-----Original Message-----
From: Manuel Martín-Bueno <mmartin@unizar.es>
To: jde@ci.uc.pt <jde@ci.uc.pt>
Date: Terça-feira, 8 de Junho de 2004 15:57
Subject: D.Fernando, maestro y amigo de todos

>He conocido con un poco de retraso, por ausencia, la noticia del homenaje
a D.Fernando de Almeida. Para mi siempre D. Fernando.
>
>Tengo varios recuerdos muy entrañables del gran maestro portugués en los
que sobre todo lo que viene a la memoria es una gran humanidad, una
especial bonhomía y un calor, no entusiasta porque D. Fernando no era amigo
de algarabías, sino un calor de proximidad, de saber que en él tenías una
puerta permanentemente abierta a la conversación sabia y amiga y una
posibilidad de acercarte a uno de los sabios oficiales del momento (años 60
y 70) sabiendo que nunca impediría ese acercamiento a un joven ni le
negaría una cálida conversación o un consejo oportuno.
>
>El que esto escribe, sin mas derecho que ser uno de los entonces jóvenes
(yo finalicé mis estudios universitarios en 1968) que pululaban en el
entorno arqueológico peninsular en aquella época intentando ubicarse y
abrirse camino, tuvo la suerte de participar en varios congresos de
Arqueología que se desarrollaron en todo o en parte en el, para nosotros,
vecino Portugal, de la época anterior a "Grandola vila morena.." Luego
hemos seguido frecuentando tan hermoso País con mas motivo.
>
>De aquellos congresos y excursiones desde España recuerdo la excelente
acogida que siempre se nos dispensaba (la hospitalidad portuguesa era y es
proverbial) y en la que tanto tenían que ver los colegas portugueses y
sobre todo D. Fernando, cuando dispuso de las posibilidades, por su
situación académica, de facilitar tales visitas. 1969 XI Congreso Nacional
de Arqueología de  Mérida y 1973 XIII Congreso Nacional de Arqueología de
Huelva, tuvieron sendos apéndices post-congreso en Portugal. El primero por
la zona central hasta Lisboa, Troia, Setubal, etc. y el segundo por la zona
del Algarve, maravillosamente virgen en aquella época en la que los
turistas todavía no habían hecho estragos.
>
>En aquellos congresos en los que visitamos tantas cosas y aprendíamos
tanto, había una serie de profesores, ayudantes, amigos, etc. y tantas
gentes portuguesas dispuestas a facilitar la visita, a recibirnos con los
brazos abiertos (que bien se comía en aquellas magníficas recepciones y que
bien lo recibíamos los estudiantes que como siempre andábamos justos en
nuestra economía personal) se disfrutaba de lo lindo, tras muchas de
aquellas visitas y celebraciones estaba la actuación de D. Fernando
facilitando las cosas y gestionando que los amigos y colegas españoles nos
sintieramos, una vez mas, como en nuestra casa.
>
>Sería injusto no recordar aquí una visita muy especial a Portugal,
concretamente al III Congreso de Arqueología Portuguesa celebrado en Oporto
en 1973, cuando ya se empezaban a respirar aires de cambio político, al que
asistí en compañía de mi buen amigo y colega el prof. Martín Almagro
Gorbea. Ambos, entonces muy jóvenes y según decían, prometedores
arqueólogos con futuro, fuimos invitados personales de D. Fernando. Con él
compartimos algunos buenos momentos en esa maravillosa ciudad y sobre todo
una cena en "O Escondidinho", afamado restaurante que espero se mantenga
con el mismo sabor y calidad de entonces. Aquella invitación fue algo
especial para nosotros dos, era mas que una prueba de amistad, era el
reconocimiento a dos jóvenes que luego habrían de madurar en lo personal y
científico, pero que entonces todavía estaban en el furgón de cola del
escalafón universitario. Una magnífica cena, una conversación animadísima,
que gran conversador era D. Fernando, y sobre todo un recuerdo para siempre.
>
>Para mi el Congreso de Oporto tuvo otras consecuencias que cambiarían mi
vida personal, pero eso queda para la intimidad y para los amigos que lo
recuerden, incluida la visita a las bodegas de Porto Sandeman.
>
>Al año siguiente los claveles rompieron como nunca habían hecho, la
primavera estalló y con ella la historia dió un giro, no por inesperado,
menos deseado. Primero Portugal y mas tarde España, todo cambió y todos
hemos cambiado. Hoy aquel III Congreso Nacional de Arqueología de Oporto,
nunca publicado en su totalidad, queda para la historia y para el recuerdo.
Con ese recuerdo quedan mis razones de proximidad con D. Fernando. Seguiría
él manteniendo su mismo talante abierto, próximo y de ayuda a los jovenes
investigadores hasta su desaparición, aunque no siempre comprendido como
debiera.
>
>Esta reflexión en voz alta, "ex abundantia cordis", sirva para recordar al
maestro y al amigo que nos honró con su amistad.
>
>
Manuel Martín-Bueno
Catedrático de Arqueología, Epigrafía y Numismática
Depto. Ciencias de la Antiguedad
Facultad de Filosofía y Letras
Universidad de Zaragoza
E-50009 ZARAGOZA
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