Según un comunicado del Consejo
Supremo de Antigüedades egipcio, la entrada estaba sellada
con dos enormes piedras de granito para evitar que la tumba
fuera profanada.
Sin embargo, la misión halló un butrón
perforado en la parte superior de la cámara funeraria que
posiblemente fue utilizado por los ladrones para robar la
sala. La apertura del sarcófago se prolongó durante cinco
horas, según el comunicado.
"Finalmente descubrimos que
su contenido había sido robado", asegura el director del
Consejo Supremo de Antigüedades, Zahi Hawas, citado por la
nota, que no ofrece detalles sobre la fecha en la que fue
realizado este nuevo descubrimiento en el complejo funerario
de Saqara, a 35 kilómetros al suroeste de El Cairo. La nota
agrega que en la cámara, de cuatro metros de largo por cuatro
de ancho, fueron hallados el cráneo, la pelvis y las piernas
del cadáver, así como otras partes del cuerpo envueltas en
lino, además de varias piezas de cerámica.
Asimismo,
Hawas subrayó que la pirámide no tenía ninguna finalidad
religiosa y que había sido construida únicamente para enterrar
a la reina Sesheshet, madre del faraón Teti, primer monarca de
la VI dinastía.
La nueva pirámide, que hace la número
118 de las descubiertas hasta ahora en Egipto, fue mostrada a
la prensa en noviembre pasado en Saqara, donde también se
encuentra la famosa pirámide escalonada de Zoser y que fue
parte de la necrópolis de
Menfis.
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