El temporal arrastra a
la costa de Dénia restos de un barco hundido en 1899
La nave naufragó frente a la Almadrava en su
viaje de Marsella a Orán donde llevaba una carga de tejas de arcilla
Las
Provincias, 30.01.10 - 01:20 – por JOSÉ IGLESIAS | DÉNIA.
El mismo mar Mediterráneo que lo hundió ahora lo devuelve a
trozos a la arena de la costa de Dénia. El último temporal que azotó la costa
en la segunda semana de enero arrancó del lecho marino los restos del bergantín
francés Rosa-Madre y las tejas fabricadas en Marsella que constituían todo su
cargamento.
Fue frente a la playa de la Almadrava, donde también un temporal
provocó el hundimiento de la nave en 1899. Y 111 años después, el pecio de
aquel barco, fragmentado en piezas de madera, algunas de ellas todavía
ensambladas de la arquitectura de la nave, las encontraban dos vecinos que
alertaron a los técnicos del Museo Arqueológico de Dénia. Y hasta esta misma
semana, el Mediterráneo continuaba con su fuerza despedazando el pecio y su
carga para vararlos en la arena mandando signos para el estudio de los
expertos. Por ello, en la Almadrava se hará una prospección arqueológica
subacuática en los próximos días para encontrar la antigua embarcación.
Según el arqueólogo y director del Museo de Dénia, Josep Antoni Gisbert,
la nave se ha mantenido en el lugar donde naufragó, a unos 150 metros de la
costa y a unos 3 ó 4 metros de profundidad, porque posiblemente el peso de la
carga que transportaba (tejas de arcilla para cubiertas, inmovilizó el barco en
el fondo de la Almadrava dianense hasta ahora.
El 17 de febrero de 1899, el presidente del Junta de la Sociedad
Española de Salvamento de Náufragos, Mateo Devesa, anotaba en su informe que un
barco francés de 245 toneladas, de nombre Rosa-Madre, con 10 tripulantes, con
carga de ladrillo y teja francesa que salió de Marsella para Orán, encalló en
esta ensenada a las 4 de la madrugada. La tripulación se salvó, pero el buque y
su carga se hundieron.
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