•  Índice por assuntos Lista archport Índice cronológico  •
Anterior por data Anterior por assunto MENSAGEM Nº 01535 de 1821 Próxima por assunto > Próxima por data >

[Archport] Faleceu D. António Beltrán!


•   To: "archport" <Archport@lserv.ci.uc.pt>
•   Subject: [Archport] Faleceu D. António Beltrán!
•   From: José d'Encarnação <jde@fl.uc.pt>
•   Date: Sun, 30 Apr 2006 00:13:12 +0100

FALLECIO EL PROF. ANTONIO BELTRAN MARTINEZ

 

Zaragoza 29 de Abril del 2006

 

Ha amanecido un día ventoso que se ha ido endureciendo por la mañana para amainar un poco con el ocaso. El Moncayo, viento zaragozano por excelencia, llevaba dos días presagiando cambios, barriendo con todo, limpiando la atmósfera de esta hondonada del Ebro en que se entierra Zaragoza y llevándose río abajo, hacia los Monegros y sus saladas palabras, gritos, susurros, y??..vidas.

 

Entre esa mezcolanza de viajeros involuntarios río abajo se ha ido hoy por la mañana, sin madrugar demasiado, para no molestar, con la tranquilidad del deber cumplido, aquel que hasta hace unos días se ilusionaba con lo de siempre, con conocer un poco mas de todo, con leer y consultar, con escribir y comunicar de todo y para todos. Tan sólo hace unas fechas, el día de nuestro patrón San Jorge, publicaba su último artículo, fecha señalada, que había escrito previsoramente unas pocas semanas antes cuando todavía las fuerzas no flaqueaban demasiado.

 

Mi última visión del Maestro Beltrán, Don Antonio siempre, poco antes, tan sólo unas fechas, fue en la inauguración de una exposición sobre Arte Rupestre en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, su Universidad, que organizada por ésta y el Gobierno de Aragón, fue un último regalo, hoy lo sabemos, en su nonagésimo aniversario a la que asistió ya muy mermado en silla de ruedas, pero con esa mirada inquisitiva que mantenía un brillo de interés por cuanto le rodeaba, mezcla de socarronería y de expresión de quién ya estaba ahíto de ver vida en este mundo, de contemplar cosas buenas, ya que él siempre consideró que todo tiempo pasado fue peor, y parecía esperar lo inevitable con resignación, seguramente por primera vez en su vida puesto que era un optimista impenitente. Ese día cuando lo saludé y cogí su mano la apretó con las pocas energías que conservaba, me miró, nos miramos y hablamos poco, después de cuarenta y tres años de relación, como discípulo, como colaborador y como colega en estos menesteres de la docencia y la investigación, no necesitábamos hablar demasiado. Ese día supe que el fin se acercaba, seguramente él ya lo presagiaba, y nuestra profesión compartida tal vez sea una de las que nos permiten mirar hacia el otro lado del horizonte sin aspavientos. El mismo me preguntó por mi salud que había sufrido un traspiés hacia poco, en forma de aviso para tener en cuenta, pero era una pregunta sin mucha fuerza, esas preguntas que hacen aquellos que han superado duras pruebas y están acostumbrados a repensar mas el pasado que a esperar por el futuro que se les antoja breve.

 

Antonio Beltrán se ha ido rodeado de sus hijos y nietos, de su familia y un sin número de amigos, conocidos, admiradores y devotos de sus palabras pronunciadas o escritas. Su obra, ingente, da para mucho, para analizar a su través casi sesenta años de la cultura aragonesa, española y no sólo. Arqueología, Prehistoria, Historia Antigua, Etnografía, Folclore, Gastronomía, Numismática, Epigrafía, Historia en suma y más, son las disciplinas que frecuentó y cultivó, siempre con apasionamiento, sin mesura, porque su brevedad física para afianzarse mejor en el duro suelo monegrino y aragonés que le tocó vivir, contrastaba con lo gigantesco de su actividad en los años de plenitud. En cierta ocasión lamentaba que los ordenadores no se hubieran inventado antes y sus próximos celebramos que así fuera porque de otra manera habría dejado poco para la pluma del resto.

 

La curiosidad de Antonio era igual con una cámara de fotos y trepando con riesgo físico por una pared rocosa para verificar unos trazos de pintura prehistórica que arrastrándose por una estrecha cueva con igual fin o escudriñando en los trazos de un bronce ibérico, aún recuerdo cuando le llevé el primero de Botorrita, o enseñando a sus alumnos a hacer improntas de monedas antiguas, como antes le había enseñado a él su padre D. Pío Beltrán, muy recordado por quienes tuvimos el privilegio de conocerle y tratarle, con unas prensas de madera rudimentarias y almohadillas con polvo de grafito en el incipiente laboratorio de la Facultad de Letras en los duros años sesenta, en los que dos o tres docenas de libros eran casi todo el bagaje disponible para hacerse historiadores en aquella época en nuestra universidad.

 

El nacimiento del Seminario de Pre-Protohistoria de la Universidad de Zaragoza, con doce miembros, cuando su hijo menor, Paco, era todavía un niño que correteaba entre nosotros, en el despacho de su casa, con la pompa familiar de quienes participábamos muy directamente de sus enseñanzas y en ocasiones de la merienda que preparaba su esposa Doña Trini, ida no mucho antes, son algunos de los recuerdos, siempre positivos que acuden al teclado de nuestro ordenador ahora, como le gustaría a Antonio.

 

Ha sido el último en dejarnos de su generación, los que quedan ya jubilados y pocos, son mas jóvenes, de la generación intermedia; inmediatamente y todavía en activo estamos los siguientes, en primera línea de fuego y a pocos años de ser relevados por imperativo administrativo. Hace pocos días lo hizo Eduardo Ripoll, a final de año pasado lo haría Pedro de Palol y siguiendo hacia atrás en triste letanía el resto de figuras que fueron todo en la Arqueología Española, sin distinción de escuelas ni origen, Jordá, Arribas, Maluquer, Tarradell, Balíl, Blanco, Nieto, Alonso del Real, Almagro, García y Bellido??..acompañados de algunos jóvenes, como Fernández Miranda, (Manolo), o hace tan sólo unos días Xavier Dupré, para quienes todavía no era hora cumplida pero que en estas cosas de la partida definitiva no les dejaron esperar.

 

En los últimos tiempos la barca ha tenido trabajo suplementario con nuestra profesión pero el barquero habrá sido cuidadoso con pasajeros tan principales como le ha tocado depositar al otro lado de la Estigia. S.T.T.L.

 

 

Prof. Manuel Martín-Bueno

Catedrático de Arqueología y alumno suyo

 

 -------------

 

Juntamo-mos, naturalmente, ao voto de Martín-Bueno: que a terra te seja leve! Descanse em paz, D. António!

A seus filhos, Francisco e Miguel, bem como à demais família, apresentamos os mais sentidos pêsames. É, na verdade, D. António, um dos últimos representantes da "geração de ouro" (se assim a posso chamar) da Arqueologia peninsular, pois que dela nos sentimos discípulos e com todos estes Mestres muito aprendemos sempre! Tinha D. António para com os arqueólogos portugueses do seu tempo (estou a recordar, por exemplo, D. Fernando de Almeida) uma grande Amizade e começou a partilhá-la também connosco, que  procurámos seguir-lhes as pisadas. Ainda não há muito tempo estivera entre nós, num júri de doutoramento e fizera uma conferência na Universidade Nova de Lisboa. Mantinha uma jovialidade imensa e uma afabilidade extrema. Mas, melhor que eu, escreveu Manuel Martín-Bueno e eu peço desculpa por ter ousado acrescentar umas palavras ao seu sentido depoimento; mas a Amizade que tínhamos por D. António e que nos seus filhos se prolongou e mantém a isso, involuntariamente, me levou.

    Que descanse em paz o Lutador!

 

                                                                                                            José d'Encarnação


Mensagem anterior por data:
     [Archport] Pedido de trabalho
Próxima mensagem por data:
     [Archport] O falecimento de D. António Beltrán
Mensagem anterior por assunto:
     [Archport] Conservation Scientist - Metals, British Museum job opening
Próxima mensagem por assunto:
     [Archport] Falecimento da Drª Carmen Gasset Loring