Permita-se-me
que remeta de novo para a crónica publicada ontem e que disponibilizei em http://notascomentarios.blogspot.pt/2016/01/os-aposentados-sao-para-deitar-fora.html
, porque são já 23 as reacções ali publicadas, oriundas dos mais diversos
quadrantes e que reflectem o estado de espírito em que estamos.
O comentário
do Prof. Manuel Martin-Bueno é, porém, muito longo (para as regras dos blogues)
e, como tive necessidade de o dividir em partes, achei por bem partilhá-lo aqui
por inteiro, agradecendo-lhe, naturalmente, a atenção que me dedicou.
Votos
de um fim-de-semana sereno e cheio de tempo!
J.
d’E.
De:
Manuel Martin-Bueno [mailto:mmartin@unizar.es]
Enviada em: sábado, 16 de Janeiro
de 2016 11:19
Para: jde@fl.uc.pt
Assunto: Asunto Burdeos III
CONVERSACIONES XXIX: Obsolescencia
programada
De
nuevo hace tiempo que una voz en mi pabellón auricular me susurraba de manera
melódica pero insistente que tenía que volver a tomar contacto con el teclado
del portátil para tratar algún asunto que cause novedad en el personal o
simplemente que me lo cause a mi o me escandalice como en este caso.
Anoche
la situación se produjo en forma de mensaje publicado en un medio de
comunicación luso (de Lusitania, el actual Portugal) que redactaba con su verbo
enérgico y diestro en lo gramatical y sintáctico como siempre, nuestro colega y
ante todo amigo el Prof. José D’Encarnaçao, profesor
“reformado” de la Universidad de Coimbra a la que entregó muchos y
los mejores años de su vida en una tarea la de profesor universitario e
investigador destacado que produce muchas satisfacciones y de vez en cuando
algunos sonados episodios menos agradables que preferimos dejar al lado, pero
que son difíciles de olvidar.
El
colega José escribe lo siguiente, que luego comentaré, sobre una situación que
se acaba de producir en la Universidad Michel de Montaigne, Burdeos III, de la
Francia de la Liberté, Egalité y Fraternité, el Pais de las luces, el que
siempre está (o estaba ahí) junto a los valores mas esenciales como la
enseñanza (laica por supuesto), la investigación, el reconocimiento a sus
mejores hombres y mujeres, en suma un país con cualidades humanistas
acrisoladas, o al menos eso pensábamos.
Transcribo
el texto del colega y luego añadiré mis comentarios, porque la caja del
ascensor sirve para que no se escapen las reflexiones y los pensamientos que
luego trasladamos a la pantalla del ordenador y de ahí, como hoja volandera a
merced del viento, que la llevará a donde sea que haya alguien que lo quiera
leer:
“Os
aposentados são para deitar fora?
«L’université
de Bordeaux 3 ayant décidé de supprimer les adresses courrier des retraités, je
vous prie de correspondre désormais avec moi à l’adresse suivante
[…]». Senti, confesso, um nó na garganta, quando, às primeiras horas da
manhã do Dia de Reis, o correio me trouxe essa novidade: a Universidade de
Bordéus III decidira retirar aos seus aposentados a possibilidade de terem um
endereço electrónico através do servidor universitário! E fez-me lembrar logo
aquela história que já contei, mas que vale a pena recordar de vez em quando, e
que se passou com a Universidade de Porto. Uma semana depois de um docente se
ter aposentado, eu precisei de o contactar por uma questão de serviço que
ficara pendente e pedi o contacto. Já não o tinham: «Esse senhor já foi abatido!».
Não, ainda não havia nas televisões as notícias do Estado Islâmico. E fiquei
chocado: «Abatido?». Como se abate um velho móvel ao rol do equipamento,
porque… foi para o lixo?!... Como se imagina, qualquer que tenha sido a
razão pela qual os mui inteligentes cérebros da Universidade de Bordéus III
tomaram essa decisão, entra pelos olhos adentro de qualquer outra inteligência
de que essa é uma atitude suicida (cá estamos de novo com os parâmetros da
actualidade!...). É que, nos tempos que correm, um aposentado, designadamente
se da docência universitária, continua a produzir ciência, a escrever artigos,
a fazer conferências, a integrar júris… E, normalmente, apresenta-se como
aposentado ou jubilado da universidade onde fez a sua carreira. Isso acontece,
aliás, com o professor que me enviou a informação; e com a quase totalidade
daqueles que eu conheço e que se encontram na mesma situação que eu. E
pergunto: que vontade vai ter doravante o meu colega, esses meus colegas, de,
no mui louvável trabalho que continuam a desenvolver em prol das Artes, das
Ciências e das Letras, que vontade vão ter de assinalar o seu vínculo a uma
instituição que os rejeitou? Lamento profundamente que uma universidade, que,
em teoria, deveria proclamar o Humanismo, o respeito pelas pessoas, se comporte
desta forma. Replicar-se-me-á: «Não percebo o teu agastamento! É apenas uma
mudança de endereço!». Parece, mas não é: é apenasuma
lamentável mudança de… mentalidade! José
d’Encarnação Publicado em Renascimento
(Mangualde), nº 677, 15-01-2016,
p. 12. “.
El
texto no tiene desperdicio, tiene esa dosis de amargura, sorpresa e indignación
que resume en tres palabras los sentimientos que le produjo, como a mi cuando
recibí idéntico mensaje, esa sensación de abandono por parte de SU INSTITUCION
por excelencia, la Universidad de Burdeos III, a la que había dedicado toda su
vida como profesor e investigador, sin importar periodos de vacaciones,
domingos y fiestas de guardar, horarios infinitos si las necesidades
departamentales lo requerían y un sinfín mas de obligaciones naturales o
voluntariamente adquiridas por la mayor parte de los profesores universitarios
que eligen la senda de la investigación y la docencia por encima de otras
posibilidades de disfrutar de la vida, fuera del propio horario de trabajo que
para nosotros simplemente no existe porque es de dedicación exclusiva e
ilimitada.
La
Universidad Michel de Montaigne, institución muy prestigiosa sin ningún género
de dudas, la conozco bien, muy bien desde hace decenios en que comencé a
trabajar con ellos en proyectos diversos en los que todavía continuamos
mientras el cuerpo aguante y mientras las circunstancias administrativas (pero
no olvidemos nunca que detrás hay personas que ejecutan y deciden las normas a
aplicar), consideren que podemos ser útiles en esa colaboración o nosotros
mismos nos sintamos con fuerza.
Esa
Universidad francesa ha decidido, y no es ejemplo único por desgracia, que los
profesores que han cumplido con su edad reglamentaria y se han jubilado en lo
administrativo porque en lo científico en la investigación y también en la
docencia extraordinaria, generalmente sin recibir nada a cambio, que tampoco se
pide y no se hace nunca, dejan desde este comienzo de años 2016 de tener correo
electrónico institucional.
Mi
colega portugués decidió verificar si la medida ya era efectiva e hizo la
consulta y para su sorpresa y enojo recibió, como él mismo relata la
contestación en forma de frase lapidaria que le dieron hace años en la de Porto
ante un caso similar: “Ese profesor ya fue abatido”. Tal y como
suena es terrible y aunque la traducción al portugués nos de esa respuesta
tremenda que suena a talibanismo radical de la peor estofa, la realidad es esa.
Todos sabemos que unas cuentas mas de correo electrónico para una universidad
no son nada, son gratis porque gozan de contratos de suministro cerrados y por
lo tanto el ahorro será inexistente, pero lo peor no es ser tratado como el
perro o el gato que accidentalmente se atropella en la carretera y queda en la
cuneta, sino como aquellos de tiempos de perturbaciones indignas que quedaban
en la cuneta deliberadamente y sin mayor consideración. Si ya se, soy un poco
tremendista, pero mi enojo y mas todavía, mi cabreo, es grande, quiero
manifestarlo y ya tenemos edad para decir lo que consideremos oportuno sin
muchos miramientos.
En
las respuestas que muchos colegas han manifestado en forma de comentarios al
colega José D’E. tenemos la de otros franceses de diversas universidades,
que han sufrido o van a sufrir la misma situación, algunos españoles cuyas
instituciones se han apuntado al mismo carro. Respuestas contrarias como un
colega italiano en la que nos comunica que la Universidad de Milan no lo hace
(de momento) y algún alemán en el mismo sentido. La cosa de momento anda por ahí.
Hace
poco tiempo, unas semanas, una de mis impresoras del ordenador dejó de
funcionar de la noche a la mañana sin aviso previo. Lo mismo ocurre con los
electrodomésticos producidos en los últimos años. Consultado el técnico me
respondió, “si la impresora funciona perfectamente, no tiene ninguna
avería, pero es lo que se denomina Obsolescencia Programada”, ahí es
nada. La inmisericorde sociedad de consumo, la globalización, el capitalismo
que no conoce lo que son los valores humanos, ha decidido por nosotros cuando
deben de dejar de funcionar las cosas para que sean sustituidas por otras
nuevas (no mejores) y seguir la ruega que engorde a ese mismo capital.
En
el caso que nos ocupa no son máquinas, son seres humanos, docentes e
investigadores de probada profesionalidad y entrega, que pueden seguir siendo
muy útiles a sus instituciones con sus investigaciones, con sus publicaciones,
con sus enseñanzas y consejos, pero, ha habido personas (¿?) que han decidido
que deben privarles de esas migajas de ayuda a su tarea en forma de cuenta de
correo electrónico institucional. Inconcebible pero cierto. Lo terrible del
caso es que tal vez haya habido algún funcionario que haya calculado eso del
¿ahorro? de esta manera arbitraria, pero no hay que olvidar que la medida, como
otras se habrá tenido que aprobar en algún Consejo de Gobierno de la
Universidad Michel de Montaigne, Burdeos III, que está constituido
mayoritariamente por profesores de esa Institución, es decir por compañeros de
aquellos a los que ahora se les deja injustamente en la cuneta.
“Arrieritos somos” que reza el refrán popular español.
Visto
lo cual: ¿Todavía hay quien duda que estamos perdiendo a ritmo acelerado los
Valores Humanos?. Yo no. Salud amigos lectores.
Manuel
Martín-Bueno. Catedrático de la Universidad de Zaragoza, todavía con correo
institucional: mmartin@unizar.es. Pero
¿Por cuanto tiempo?.
--
Prof. Manuel Martin-Bueno
Catedrático de Arqueología, E. y N.
Dpto. CCAA, Universidad de Zaragoza
c. Pedro Cerbuna 12
50009 ZARAGOZA
I.P. Grupo de Investigación Consolidado URBS
Miembro del I.U.C.A.
Director del Museo de Calatayud
mmartin@unizar.es
martinbuenomanuel@gmail.com
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