Según el estudio -publicado el «Journal of Human Evolution» y coordinado el
catedrático de Prehistoria Rafael Mora-, ambas especies no
interaccionaron, a pesar de que no se puede descartar que
habitaran en una misma zona geográfica durante el periodo
comprendido entre los 40.000 y 30.000 años.
Para los
investigadores, estas especies no convivieron porque los
materiales encontrados en los registros arqueológicos de la
Cova Gran (Lleida) atribuibles al Homo
neanderthalensis y al Homo sapiens se
encuentran separados por un estrato estéril de sedimentos que
permite diferenciarlos.
Además, un análisis detallado
de los restos líticos permite reconocer importantes
diferencias en su elaboración, lo que implica que fueron
realizadas por especies diferentes.
Por ello, los
investigadores afirman que la Cova Gran fue habitada
sucesivamente por poblaciones de neandertales y de Homo
sapiens, que empleaban técnicas y materias primas
diferenciadas.
El estudio discute también la «absoluta»
validez del método de datación Carbono 14, habitualmente usado
para datar los restos del paleolítico medio, ya que las fechas
ubicadas entre los 40.000 y los 30.000 años de antigüedad no
pueden considerarse años históricos.
El isótopo del
Carbono 14 se desintegra de forma regular, pero a partir de
los 30.000 años su presencia en las muestras datadas es
residual y, en muchas ocasiones, estas muestras han sido
sometidas a procesos de alteración difíciles de
identificar.
Por ello, muchas de las fechas
habitualmente empleadas para sostener afirmaciones
arqueológicas sobre el paleolítico medio pueden corresponder a
muestras
contaminadas.
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