La arqueología toca fondo La
crisis inmobiliaria reduce drásticamente el número de excavaciones en Barcelona
y causa despidos y el cierre de empresas especializadas en el sector JOSÉ
ÁNGEL MONTAÑÉS - Barcelona
- 04/05/2010, El País La
crisis económica actual, y la inmobiliaria en particular, ha acabado afectando
a un mundo tan opuesto de entrada como es el de la arqueología. La recesión
económica ha hecho que se construya y que se excave menos. La crisis económica
actual, y la inmobiliaria en particular, ha acabado afectando a un mundo tan
opuesto de entrada como es el de la arqueología. La recesión económica ha hecho
que se construya y que se excave menos. Esto es así porque más del 90% de las
excavaciones arqueológicas de Barcelona (y de Cataluña) son intervenciones
preventivas -las tradicionales urgencias- que la ley obliga a costear a los
promotores inmobiliarios antes de comenzar una obra, siempre que pueda afectar
a restos del pasado. El descenso de actividad ha hecho que en los últimos dos
años, algunas de las cerca de 20 empresas que daban trabajo a un colectivo de
400 trabajadores en toda Cataluña y que en 2007 firmaron el primer convenio
laboral del sector de toda España hayan cerrado sus puertas o hayan despedido a
parte de sus trabajadores. Según el Anuari d'Arqueologia i Patrimoni de Barcelona 2008,
que acaba de publicar el Museo de Historia de Barcelona, en ese año se
realizaron menos excavaciones arqueológicas en Barcelona que en cualquiera de
los seis últimos años. Con 97 intervenciones arqueológicas se tocó fondo en el
proceso de descenso iniciado en 2005 que, con 138 excavaciones, marcó el máximo
de actividad arqueológica de los últimos 10 años, coincidiendo con el boom inmobiliario que vivió esta ciudad. Pese
a todo, según el anuario, las excavaciones sufragadas en Barcelona por los
promotores supusieron ese año una inversión directa de un millón de euros. Este no es el único
dato negativo que recoge la publicación. Según Josep Pujades, responsable de
intervenciones arqueológicas de la ciudad, el tipo de actuaciones ha ido
cambiando por la crisis, pasando de realizar grandes excavaciones en solares
enteros a pequeños trabajos -como la instalación de un ascensor- y de corta
duración. Además, el 31% de los proyectos redactados por el Servicio de
Arqueología de la ciudad no llegaron a realizarse (42 de 139), por la
lentificación o paralización de las obras. "El descenso
supuso un fuerte altibajo para una actividad económica que se había mantenido
al margen de los vaivenes del mundo laboral", explica Pujades. Es una
situación que durante 2009, con el agravamiento de la crisis, no ha hecho más
que empeorar. Francesc Florensa, representante de la Asociación de Empresas de
Arqueología de Cataluña, que aglutina desde 2003 algunas de estas sociedades
-Actium, Arqueociència, Arqueolític, Atics, Codex, Estrats, Janus y Món Iber
Rocs, en la actualidad- asegura que son varias las empresas que han
desaparecido en los dos últimos años. Es el caso de Tea y Arqueocat, "esta
última con una gran experiencia en la arqueología catalana". Según
Florensa, otras empresas siguen funcionando, pero han reducido el volumen de
trabajo y el número de sus empleados, "pasando de los alrededor de 20
trabajadores, a sólo dos o tres personas". Para este arqueólogo, la
solución pasa por que "las empresas diversifiquen su oferta y realicen
otros trabajos como estudios de impacto ambiental o seguimientos de obras
públicas, sean carreteras o ferrocarriles; algo que muchas de las que están
sobreviviendo a la crisis ya realizan desde hace tiempo", asegura. Un año de hallazgos Pese a la crisis, en 2008 las excavaciones
arrojaron nuevos datos sobre el pasado de la ciudad, tal como recoge el
anuario. Entre ellos, los relativos a los habitantes más antiguos conocidos,
por ahora, que han habitado el llano de Barcelona: ocuparon una zona cercana a
Sant Pau del Camp y vivieron alrededor del quinto milenio antes de Cristo. Muy
cerca, en los terrenos donde se construye la nueva Filmoteca, se hallaron 20
estructuras de casas neolíticas y de la Edad del Bronce. De época romana se
excavó un pavimento junto al Portal de l'Àngel y una gran domus en la calle de Sant Honorat que puede visitarse desde
la Diada de Sant Jordi. De época medieval y moderna afloraron nuevos tramos de
la muralla del siglo XIII y de la fortaleza del siglo XVIII de la Ciutadella. Una
necrópolis para leprosos junto a la iglesia de Sant Llàtzer y los restos del
primer barco hundido en la ciudad fueron otros yacimientos excavados; mientras
que, de época contemporánea, se descubrió un nuevo refugio antiaéreo en la
calle de la Riereta y se excavó la batería del Turó de la Rovira, entre otros. Ciutat Vella, con el 88%, siguió siendo la zona con más
actividad de la ciudad. Ferran Puig, director del Servicio de Arqueología,
prometió que antes de finalizar el año verá la luz el anuario de 2009. PAULO ALEXANDRE MONTEIRO *** ******* This message contains information which may be confidential and privileged. Unless you are the addressee (or authorized to receive for the addressee), you may not use, copy or disclose to anyone the message or any information contained in the message. If you have received the message in error, please advise the sender by reply e-mail and delete the message. |
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